Compromiso con el juego responsable
Las apuestas y el juego en línea pueden ser actividades muy divertidas ―y lucrativas, además―. De hecho, millones de personas alrededor de todo el mundo disfrutan de este pasatiempo, se divierten y a veces también se llevan un pellizco de dinero al bolsillo. No obstante, a veces se da la circunstancia de que son las apuestas las que nos dominan a nosotros y lo que podría ser un pasatiempo inocente se convierte en una adicción muy peligrosa que afecta negativamente tanto al jugador como a sus familiares.
¿Qué es la ludopatía?
La adicción patológica al juego está considerada un trastorno del control de los impulsos, como también lo son la cleptomanía, la piromanía o la tricotilomanía. La persona que padece ludopatía tiene complicaciones para controlar sus impulsos y se ve empujada de forma irrefrenable a apostar juegos de azar.
Hay ciertos comportamientos que, si bien pueden aparecer sin que exista una adicción al juego, deben ser tenidos en cuenta en caso de que los observes en ti o en una persona cercana, puesto que muy frecuentemente se dan en cuadros de ludopatía:
- Sentimiento de angustia, ansia o desesperación por jugar
- Comportamiento irascible ―ponerse a la defensiva― cuando alguien insinúa que puede tener un problema con las apuestas
- Abandono de la vida familiar o de otras actividades por dedicar más tiempo a las apuestas
- Mentiras acerca del tiempo o el dinero que dedica al juego
¿Cómo se trata un problema de adicción a las apuestas?
Según algunos especialistas, este tipo de adicción consta de tres fases bien diferenciadas:
- La etapa dorada, en la que el jugador es más consciente del dinero que gana que del que gasta
- La etapa de desesperación, en la que el jugador se percata del dinero que ha perdido
- La etapa de aceptación, en la que el jugador adquiere conciencia del problema que tiene
Por supuesto, llegar a esta tercera etapa no es nada sencillo. Es importante ser conscientes desde el minuto uno de que, cuando se niegan, los problemas no desaparecen; solo es posible empezar a solucionarlos cuando se admiten. No eres la primera ni la única persona en el mundo a quien le ha pasado esto ―de hecho, es un problema que afecta cada vez a más personas en todo el mundo―. Apóyate en tus seres queridos, déjate aconsejar y deja que te ayuden. Hay muchos organismos y profesionales ahí fuera que pueden echarte una mano para que salgas del pozo.
¿Cómo ayudar a un ludópata?
No siempre es fácil descubrir que un ser querido puede estar pasando por una adicción al juego. Como hemos señalado anteriormente, es frecuente que mientan o que intenten ocultarlo por todos los medios. En caso de que detectes alguno de los puntos del apartado anterior en una persona de tu entorno, presta atención. Si es la propia persona quien reconoce tenerlo o quien te pide ayuda, tómala en serio.
Lo principal es que conozcas en qué consiste el problema y que tengas una actitud abierta y que estés dispuesto a escuchar. Los reproches no sirven de nada, excepto para que la persona afectada se encierre más en sí misma y mienta. Aunque no es fácil hacer que un ludópata reconozca su problema, sí que puedes echarle una mano hablándole sobre cómo su adicción ha afectado a su vida y a las que aquellos que le rodean.
Una de las estrategias que pueden tener un efecto son las llamadas «intervenciones», en las que un miembro de la familia o un amigo muy cercano habla directamente con la persona afectada abordando el problema. Puede que no cambie de actitud, pero es frecuente que al menos sirva para que el adicto empiece a asumir que tiene un problema. El tono debe ser positivo y afectuoso, sin restarle importancia a la adicción.
Recursos y organismos que pueden ser de ayuda
En caso de que tú o una persona de tu entorno tengáis o creáis tener un problema de ludopatía, hay muchos recursos disponibles desde los que pueden ayudaros. Hay muchas vías de tratamiento, ayuda y apoyo; desde reuniones grupales con personas que se encuentran en una situación similar, pasando por psicólogos y psiquiatras, teléfonos de asistencia, etcétera.
Por ejemplo, en España puedes acudir a las sedes con las que Gamblers Anonymous cuenta en varias ciudades ―aunque también disponen de líneas de teléfono con tarifa local y de direcciones de correo electrónico―; pero también está la Codere Foundation, que ayuda a personas con adicción a las apuestas, o la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados, que ofrece un teléfono de asistencia anónimo, confidencial y gratuito tanto para personas que crean tener un problema de adicción como para sus familiares o seres queridos.