Bélgica promueve nuevas normas publicitarias
La autoridad reguladora del juego en Bélgica se suma a la corriente europea de limitación y prohibición de la publicidad de juegos de azar y apuestas deportivas.
La Comisión de Juegos de Azar de Bélgica (BGC) publicó en la sección de noticias de su página web oficial el pasado 26 de abril una lista de media docena de medidas con la que endurecerá las restricciones a la publicidad de juegos de azar y fortalecerán su papel como regulador.
Además de crear un nuevo marco normativo mucho más estrecho, el regulador nacional belga pretende disponer de una mayor agilidad para poder actuar con rapidez cuando detecte una infracción. Su objetivo declarado es limitar el volumen de publicidad permitida, aunque su reciente comunicado no especifica en qué cantidad, aunque sí se nombra a sí mismo como el ente encargado de marcar esos límites.
Nuevas prohibiciones contra publicidad personalizada
- Publicidad dedicada específica o personalmente a jóvenes (no especifica edad)
- Publicidad centrada en jugadores en el programa de autoexclusión (algo de por sí ya prohibido)
- Publicidad dirigida a jugadores que llevan tiempo (sin determinar) sin utilizar su cuenta.
Con carácter general para todos los jugadores, solicita que se les de la opción de no recibir ningún tipo de publicidad personalizada.
Las limitaciones anuncios propuestas por la BGC se centran en prohibir publicidad de juego y apuestas en espacios públicos (por ejemplo, estaciones de tren) y las vallas publicitarias. Además cualquier anuncio sobre juego deberá incluir un mensaje de advertencia. Los cambios propuestos vendrían a enmendar el Real Decreto de 2018 vigente, que consideran insuficiente en el momento actual.
En cuanto a las sanciones, el BGC considera que los procedimientos de larga duración que sigue actualmente chocan con el carácter efímero de las campañas publicitarias. De ahí que subraye la necesidad de que se les permita actuar contra quienes infrinjas sus nuevas normas en menos tiempo. La propuesta comparte muchos puntos en común con la actual legislación española, aunque añade otros nuevos y parte de un enfoque diferente.